a los dolidos.

cuántos seres se nos van,

así de repente.

cuánto dolor dejan;

se los lleva la corriente.

y hartos de rabia y cansancio

cierran lentamente los ojos;

se quiere pensar que duermen.

¡ay, alma en pena, que de estas pérdidas sufres!

y con los ojos hechos mar

y el cuerpo anclado al suelo

y su alma saboreando este amargo chocolate

deja atrás la realidad.

ya sus ojos la habitación no ven

ya sus manos en su suave y blanca piel no están,

ya sólo todo le marece un mar que ahoga.

naufraga en sus recuerdos, vívidos y aún no ciegos,

alimentándose de felicidad o torturándose.

porque estas almas en pena

de poco gozar pueden,

y aunque les roce y amarre el corazón

ser fuertes y gigantes deben.

lake.

el río fluye y se estanca en sus mejillas para después bajar una fuerte pendiente y exprimirse a causa de las rocas.
el lago se va formando y como un vaso lleno, se derrama sin una vuelta atrás,
el corazón le late y no por supervivencia, sino porque el vacío quiere salir.
bombea sin sangre que alimente las ansias de risas, sin llenarle la vida de eso mismo: vida.
y ahora el lago ya no es lago, sino océano que se ha ido creando con el paso de los años.
es un sitio mugriento, con grietas que amenazan con dejar explotar la ira y salir corriendo.
y acaba pasando: ¡boom! y se desvanece.

beauty sad flowers.

las gotas de lluvia caen, chocando y deslizándose contra las hojas de la única flor de mi jardín.
ella intenta esquivar los golpes, salir ilesa, pero acaba con rasguños.
se orienta hacia el rayo de sol que se esconde entre tanta nube.
esta flor, la flor de mi jardín, está cansada de días lluviosos.
está cansada de tanta oscuridad y de los bichos que, muy a menudo, vienen a visitarla para dejar sus hojas magulladas, llenas de heridas que no se tapan, que permanecen ahí.
esta flor se ahoga entre gotas de lluvia que al final inundan todo su ser.
quiere sol, quiere días buenos, pero el otoño ya está aquí y parece envolverla más que nunca después de un largo verano de risas y niños jugueteando alrededor de ella, ayudándole a que nadie la dañe.

soledad.

pasar tiempo sola también está bien.

cuando soy la única rondando por casa, me gusta subir el volumen de la música y sentirme cual famosa dando el más importante concierto de su carrera musical.

también me gusta ir al teatro, sentarme en la última fila y reír y llorar y mostrar mis sentimientos sin que nadie me diga nada.

me gusta sentirme libre cuando cojo la cámara y me pierdo por grandes ciudades haciendo fotos a todo lo que me llama la atención.

también es divertido poder ducharme con la puerta del baño abierta, sin miedo a que alguien pueda verme desnuda, cantando y bailando en la ducha.

sí, estar sola no es algo malo, más bien al revés.

adiós.

¿has sentido, como yo, que esto no se iba a terminar nunca?
¿has sentido ese miedo de que esta vez sea la definitiva?
bien, si no es así, deberías.

yo también tengo miedo de que esto acabe, de que no haya más y tus besos sean el principal recuerdo que causen mis lágrimas.
yo también tengo miedo de que esta vez sea la última que discutimos.

tengo miedo y es normal, porque en el fondo no quiero perderte ni perderme a mí, mi esencia.
tú has provocado esta situación y, la verdad, no me gustaría volver atrás y seguir discutiendo cada poco tiempo, no quiero eso nunca más, aunque te quiera a ti.
he de decir que no me arrepiento de haber dado tanto por ti, porque al fin y al cabo es lo que sentía.

no quiero volver a verte ni a hablar contigo; sé que si es así, será más doloroso.
esto, se puede decir que es una carta de despedida.
echaré de menos aquello que nunca supimos qué es pero que nos gustaba tanto.
y sí, me despido para siempre.
por favor, sé feliz.

dilema.

¿qué hago?

puedo escurrirme en tus brazos y el tiempo dejar pasar y hacernos el uno al otro,

puedo huir a tierras lejanas en busca de otro brillo de sol y de éste olvidarme.

¿qué hago?

puedo cantar, bailar, gritar por ahí, divertirme y sonreír,

puedo mirar la luna mientras humedezco mis mejillas a base de lágrimas.

¿qué hago?

vaya dilema el de la playa y la montaña, el caminar o el descansar,

puedo correr y reír o sentarme y leer a la orilla.

¿qué hago?

puedo rendirme, decir que ya no hay más, que se acabó,

puedo levantar la cabeza y decir que esto no termina hasta acariciar el triunfo.

¿qué hago? que no lo sé ni yo y, ¡vaya dilema!

gracias, mamá.

lo bonito de una madre no es que te prepare tu comida favorita después de un sobresaliente en la materia que peor llevas, ni preparar su regalo del día de la madre con dos meses de antelación, ni un "estoy orgullosa de ti", no.
lo bonito de una madre es verla sonreír, ver que es feliz, que a pesar las preocupaciones que tenga (que en general, serán mayoritariamente sobre ti), sonríe.
y aunque vea que no llega a fin de mes, el último pedazo de pan será para ti, estando ella sin comer durante el tiempo que haga falta.
no soy madre, pero me pongo en su piel y, qué bonito tener algo por lo que luchar, ¿verdad, mamá? siempre estás al pie del cañón, contra corriente, buscando la manera de que pueda ser feliz, de ayudarme en todo lo que esté a tu alcance.
estoy orgullosa de ti, mamá, porque has sabido educarme, cuidarme y enseñarme que aunque la vida no es fácil se puede salir adelante y llegar a la cima, que lo bueno de levantarse por la mañana es tener una nueva oportunidad para luchar por tus sueños.
has sido más que una madre para mí: un apoyo, una amiga, una hermana.
gracias, mamá.
te lo mereces todo.

una mala jugada.

ya ves, en un bar de carretera, escribiéndote mis penas, ahogando lágrimas en un café solo (como yo) con dos azucarillos.

margaritas prensadas en un libro terminado, casi como nuestro "nosotros".

una nota de despedida encima de la mesa, cual cartas que pusiste tú al decirme adiós.

dicen que los polos opuestos se atraen; nosotros fuimos uno de esos que quisieron y no pudieron.

quizá demasiadas diferencias entre tu vida y la mía.

¿fuiste tú? ¿fui yo?

el amor nos jugó una mala pasado, pero, no, no volverá a pasar.

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Gracias por vuestro tiempo. Dejad un comentario con vuestra opinión (me haríais feliz). Espero que os haya gustado.

semilla.

Semilla que crece con los días,

miles de hojas por cada otoño,

cientos de sonrisas sacaría

si no fuera por la huida del tiempo;

y loca me estoy volviendo

por el sentido a esto buscarle,

y aunque puede que no lo encuentre,

y aunque el cielo se torne gris,

seguiré buscando una mirada,

una mirada que me explique por qué.

Y hasta el beso final,

mi alma seguirá pensando,

pensando en el cómo, aún,

aun queriendo ser libre

es presa de palabras necias

de una sociedad un tanto injusta,

de sus manos y las mías,

juntas.

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Gracias por tu tiempo. 
Comenta qué te ha parecido abajo, en los comentarios. 
Dibujarías en mi cara una sonrisa.

podré.

sé que puedo ser feliz si me lo propongo, si dejo de lado a los problemas y me centro en los detalles que hacen que vivir merezca la pena.

¿qué cojones hago últimamente llorando día sí y día también?
joder, esto no puede seguir así.
¿qué hago?
¿qué coño hago?

me haré un té con leche y canela, me despejaré y disfrutaré de cada momento.
eso haré.
a la mierda todo, yo puedo con ello.
podré, podré, podré.
podré.
estoy segura: podré.

y así siempre.

unas alegres hormiguitas se han instalado en mi estómago para recordarme las cosquillas que me haces, la permanente sonrisa que no se va de mi rostro si estoy junto a ti.
y el amor, más que un corazón como símbolo, debería ser una sonrisa de esas que no se borran de mi cara con sólo una palabra tuya.
verte, mi cuerpo tiembla.
te acercas, mi cuerpo carcajea desordenadamente.
y así siempre.

rayo de sol.

las cosas se tuercen,

los cielos se nublan,

tu risa enloquece

pasando penurias.

¿dónde estás, rayo de sol,

que tanto te escondes?

te seguiré buscando

por la tempestad y,

si te encuentro,

no lo dudes,

no escaparás.

y me arropo con sueños,

imagino escaleras al cielo,

te bailo un vals

y ya veremos mañana.

pero no vienes, rayo de sol,

no apareces entre la niebla.

éstá anocheciendo,

la luna saliendo

y esta náufraga buscando

recuerdos a los que aferrarse

y sonreír.

¿dónde estás, rayo de sol,

que tanto te escondes?

no te vayas tú.

no me he ido.

nunca lo he hecho.

me falló la razón,

destacó el corazón

y me quedé.

otra vez.

no he conseguido irme.

¿de verdad quiero hacerlo?

me suenas a lo mismo de siempre

y es mi melodía preferida

aunque me quiera tapar las orejas

y huir sin mirar atrás

debajo de la lluvia.

no me he ido.

me quedo.

otra vez.

y si me voy,

espérame,

volveré.

pero no te vayas tú.