ella intenta esquivar los golpes, salir ilesa, pero acaba con rasguños.
se orienta hacia el rayo de sol que se esconde entre tanta nube.
esta flor, la flor de mi jardín, está cansada de días lluviosos.
está cansada de tanta oscuridad y de los bichos que, muy a menudo, vienen a visitarla para dejar sus hojas magulladas, llenas de heridas que no se tapan, que permanecen ahí.
esta flor se ahoga entre gotas de lluvia que al final inundan todo su ser.
quiere sol, quiere días buenos, pero el otoño ya está aquí y parece envolverla más que nunca después de un largo verano de risas y niños jugueteando alrededor de ella, ayudándole a que nadie la dañe.

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