una salida

no sé si me equivoqué de camino o simplemente no quiero admitir que tropecé con una piedra y disimulé.
no sé qué está bien o mal y joder, ya van veinte años.
estoy perdida entre opiniones que no van a ninguna parte, entre pensamientos entremezclados que no acaban de entenderse.
qué puedo hacer si no sé cuál fue el fallo, la ausencia de algo o el desbordamiento de otra.
qué está pasando que no termino de encontrar el por qué o el por qué no.
necesito una salida, una solución que acabe con todo y aún no sé qué es lo que está mal.
que lo que perdí, lo quiero de vuelta.

hapiness.

la ventana poco a poco se va pintando de dulces gotas de lluvia que me recuerdan que también hay días malos y que ellos son la razón de los días felices y soleados.

hoy, especialmente, me gusta la lluvia si me abrazas, refugiados de ella.

hoy me gusta que haga mal día porque tengo una excusa más para no salir de casa y poder tirarme el día cantándote al oído con la mirada que te quiero, aunque no salga de mí ni una sola palabra.
he vivido todo este tiempo en una mentira, sólo tú me enseñas con cada sonrisa que el amor no es como lo describen, que es mucho más de lo que podía imaginar, que de verdad existe y lo encuentro en tus pecas, en tus abrazos mientras estamos tumbados en el sofá o en esa cena que con tanto esmero haces para los dos.
eres ese punto de inflexión en medio de una carrera de la que no puedes retirarte, esa calma existente en casa con la más fuerte tormenta afuera, ese sabor dulce después de un limón, esa coraza que me proteje de cualquier problema que pueda aparecer.
y aquí estamos; yo, en medio de esta tormenta llamada juventud, y tú, de mi mano.

mi favorito.

joder, qué bien sienta dormirse sintiéndose realmente querida, entre abrazos que difícilmente se van a ir de tu lado porque no los vas a dejar marchar.
me niego a salidad de este sueño, de esta realidad tan maravillosa que la viviría una y otra vez, en bucle, sin parar.
no sabes lo bien que se está hasta que se está así y te sientes libre, teniendo las pesadillas perdidas en tus sueños más profundos.
no cambiaría ni un centímetro de tu piel, dejándola intacta y, como siempre, impecable.
cómo me encanta ver esas mejillas y esa espalda llena de pecas de las que enamorarme cada día, besándolas, reviviéndolas para que no se queden en el olvido.
eres mi día más triste pero también el más alegre, porque no me gusta que faltes en ninguno de ellos, sino compartiendo todos los besos posibles, aunque sea por la excusa más boba que exista en el mundo.
es mirarte y sentir todo lo que una persona puede sentir, a la vez, y sonreír porque no hay mejor persona en el mundo para cumplir esa función.
eres esa obra de teatro que acabaría siendo mi favorita, yendo cada día que se repitiese a sentarme en primera fila sólo por el placer de admirarla de cerca.
eres... simplemente eso; mi favorito.